Comenzamos el 2015 con ganas de jugar.. de recibir el año con alegría en el corazón. Según Stuart Brown, Médico, psiquiatra e investigador clínico y Christopher Vaughan, Periodista; en su libro ¡A Jugar! dicen: "Si no jugamos, nuestro comportamiento empieza a cristalizarse. Las cosas nuevas y distintas dejan de llamar nuestra atencion. Tenemos menos oportunidades de interesarnos en el mundo que nos rodea. Si renunciamos al juego, nuestro desarrollo se detiene y la ley de la entropía se desencadena. Cuando dejamos de jugar, empezamos a morir."
No nos parece tan extraño querer comenzar este nuevo ciclo de vida con energía juguetona.
En esta ocasión tenemos el honor de acompañarnos con los amigos de Rejuega de España, sin dudas encontraremos inspiración, además de nuevos referentes para permitir que el "Juego" inunde nuestro hogar.
- Cuéntanos Rejuega ¿Qué es jugar?
Jugar para un adulto es divertirse, dejarse
llevar sin protocolos sociales que le juzguen ni avergüencen. Jugar es conocer
y conocernos y saber que el único límite es nuestra imaginación. Pero jugar para
un niño es simplemente JUGAR, el poder disponer de un trocito de mundo y
hacerlo suyo, aprendiendo de él, conociéndolo e interiorizándolo.
- Entonces, ¿Qué es el juego en la vida de un
niño?
Me encantaría que miraran el artículo que
escribí: “10 verdades sobre el
juego infantil”. Creo que encontrarían cosas
que no se imaginaban. Pero resumiéndolo, sería una necesidad que el niño
necesita cubrir para sentirse bien y desarrollarse. El juego es su manera de
aprender, descubrir, crecer e integrarse en la sociedad donde vive y lo hace
sólo o en grupo, utilizando su entorno inmediato y sus juguetes como
herramientas de juego.
- ¿Los padres deberíamos participar en los
juegos del niño?
Sí, si nuestros hijos nos invitan a sus
juegos y sí, si realmente queremos estar jugando, sin distracciones ni
obligaciones. Los niños detectan cuando estamos por estar y cuando estamos
realmente jugando con ellos. Es importante buscar este tiempo para dedicárselo
y no siempre tiene que ser sentados jugando o corriendo tras una pelota, sino
que pueden ser momentos cortos mientras se ponen el pijama a base de cosquillas
y caricias, de camino al cole cantando canciones, o durante el postre jugando a
juegos de palabras.
Deberíamos participar sí pero para
compartir!
- ¿Qué consecuencias tendría el "no
tener tiempo" para jugar?
Un niño necesita jugar cada día y a ser
posible el máximo de tiempo. Por medio del juego, como ya he mencionado, el
niño es feliz y se desarrolla tanto física, psíquica, social y emocionalmente.
Tengamos en cuenta que es durante la etapa de la infancia donde el niño
adquiere los mayores aprendizajes que repercutirán en su vida adulta. Estos
aprendizajes los adquiere por medio del juego, por lo que no tener tiempo para
jugar significará no tener tiempo para formarse íntegramente.
- ¿A veces como adultos perdimos la
capacidad de jugar, como podemos reconectarnos con el juego?
La capacidad, desde mi punto de vista, no
se pierde sino que se olvida. Hemos sido, en nuestra infancia, unos maestros
del juego por lo que algo nos queda en nuestro interior. Para reencontrarnos
con el juego lo mejor es encontrarse con un niño, bajar a su altura y dejarse
llevar; dejando protocolos sociales y vergüenzas a un lado, olvidarse del tiempo
y de toda tecnología.
Los niños son nuestros mejores maestros!
- ¿Qué beneficios tiene el juego para la
familia?
El juego es la manera que tenemos, por un
lado, de conocer a nuestros hijos. Sus juegos son el reflejo de sus
inquietudes, gustos, proezas, sentimientos, miedos… Observando cómo y a qué juegan
podemos acompañarles y ayudarles en su desarrollo. Pero también el juego es el
caldo de cultivo de multitud de experiencias en familia, es el generador de
vínculos y lazos fuertes entre sus miembros y de momentos vividos en familia que
serán la mejor herencia que le podamos.
Jugando con ellos les mostramos nuestra
atención, nuestro amor, nuestro interés por sus juegos y aficiones, pero sobre
todo nuestro interés por ellos mismos.
- ¿Algunos juegos
"imprescindibles"?
Los niños tienen que jugar libremente,
fomentar el juego libre es imprescindible, y entendamos el juego libre como el
juego que crea él mismo (o con su grupo de amigos), con sus propias normas.
Para ello el adulto lo ha de dejar jugar, ha de confiar en su juego otorgándole
autonomía: sin vigilar ni acompañar (se entiende que se desarrolla en un
entorno relativamente seguro para el niño). Estos juegos se pueden dar en casa,
en la calle y en la naturaleza!! La naturaleza es un imprescindible que todo
niño debería disfrutar!
Pero también los juegos manipulativos donde
se estimule su creatividad e imaginación por medio de juguetes como los que
surgen a partir de una cocinita, un muñeco, unos lápices, un trozo de barro, un
balón, un juego de construcción… Cada edad y niño tiene sus imprescindibles por
lo que es difícil citar uno… Quizás los artículos que he escrito por edades les
podría ayudar a orientar las necesidades de cada etapa: de 0 a 1,
de 1 a 3,
de 3 a 6,
de 6 a 9.!!
Gracias infinitas a Rejuega por ilustrarnos de forma tan sencilla y amena las bondades del "Juego" tanto para nuestros hijos como para toda la familia. Esperamos que lo disfruten tanto como estas chiquititas que iluminan nuestro hogares día a día.
Gracias a tod@s por estar...
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