jueves, 9 de julio de 2015

Trátame bien.. Entrevista a Elvis Canino de La Crianza con Apego

 






Recordemos esta nutritiva entrevista, realizada a un gran amigo de esta casa Elvis Canino, Papá, Doula y Coordinador en Auroramadre: Arte y Ciencia de Parir, Terapeuta Familiar, Educador Pre y Postnatal, Coautor del Libro: "Una Nueva Paternidad", Administrador de las cuentas: No me maltrates, Soy un niño y La crianza con apego es mi forma de cambiar al mundo, Editor en: nomemaltrates.blogspot.com. que nos trajo nuevos referentes al momento de tratar a nuestros niños.

Esto fue lo que le preguntamos:
Se dice que a las mujeres ni con el pétalo de una rosa, a lo cual agregamos, y a los niños tampoco, pero ¿Qué es maltratar a un niño?

Muchas personas piensan que maltratar es solamente golpear, vejar físicamente. Cualquier privación de cariño, de atención, de tiempo a los niños es maltrato.
Veámoslo así. ¿Qué necesita un niño para sentirse pleno, alegre y feliz? ¿Juguetes? ¿Dinero? ¿Joyas? ¡Pues no! Los niños necesitan tiempo, pero tiempo de calidad, no tiempo a medias, del que se da por cumplir.
Los niños necesitan amor. Lo necesitan como las plantas necesitan agua y luz solar.
No por capricho. No porque sean egoístas. ¡Nada de eso! Lo necesitan porque de ello depende su salud mental, emocional, y, aunque no lo crean algunos, también su salud física. De amor nadie muere. De desamor sí.
Los niños también necesitan protección, seguridad, confianza. De eso depende el sano desarrollo de su psique, y de su personalidad. Los niños necesitan calor humano. Los niños que son abrazados, cargados, contenidos son muy felices, se sienten seguros de sí y son muy sanos. ¡Confían en su entorno!


¿Cómo definirías el maltrato infantil?

Basándonos en lo anterior, podríamos decir que el maltrato infantil es la privación de tiempo de calidad, de amor, de protección, seguridad, confianza, afecto.
El chantaje también es maltrato. Por eso no comparto la teoría de la educación a base de premios y castigos. Porque son un vil chantaje. El mensaje implícito es: te quiero ... si te portas como a mi me gusta. Por lo tanto también es maltrato. 
Por supuesto, no podemos dejar por fuera el castigo físico que es la peor forma de maltrato que pueda existir. Las cachetadas, los correazos, los “cholazos”, coscorrones, pellizcos, golpes, y tantas otros métodos que de ser aplicados a otro adulto, serían dignos de una demanda judicial y penados con cárcel. Pero que algunas personas, incluyendo a "especialistas", aplauden y recomiendan.
Son definitivamente una forma abominable de mostrar lo peor de nosotros. como individuos, y como sociedad. Nada enseñan, no forman al niño. Al contrario, lo deforman... Y sus secuelas son bastante graves. Aunque algunos se nieguen a reconocerlo. Son bastante difíciles de curar, incluso con trabajo terapéutico. ¡He experimentado en carne propia lo difícil que es sanarlo!


Si un padre o madre da la vida por sus hijos, ¿Por qué también lo violenta, lo maltrata, le suprime su esencia?


El propio agresor del niño también está desahogando la rabia que el mismo acumuló. La mayoría de las veces se está desquitando de lo que le hicieron un día. Esto, por supuesto, no lo hace a nivel consciente. Lo peor de todo es que la victima, que es el niño, no tiene ninguna culpa de lo que el adulto vivió. La mayoría de los padres y madres maltratadores, aplican el castigo físico en momentos de ira... Es como si la rabia se apoderara de ellos, y los cegara... incapaces de gestionar sus emociones, pierden el control. para luego caer en una especie de arrepentimiento, en lo que pasa la ira.
Lamentablemente ya el daño está hecho. Hay un niño herido física, emocional y moralmente. Hay un corazón roto y decepcionado. Su integridad ha sido lastimada por la persona que se supone debía protegerlo. Lo peor es que termina "olvidando" todo y "perdonando" a su agresor... Y pongo olvidar y perdonar entre comillas, porque en el fondo no es lo que verdaderamente sucede. Depende de su agresor, ya que aún no puede valerse por sí mismo. Por eso no le queda más remedio que idealizarlo. Pero el dolor, la rabia y la decepción quedan grabados allí, en lo más profundo de su ser... 
De adulto, esa es la ira que lo hace perder el control en determinadas situaciones... el sentimiento de merecer el castigo y el sentimiento de poca valía que sembraron en él... lo guía por una senda de autodestrucción. Las adicciones, la baja autoestima, la incapacidad de gestionar sus propias emociones, la carencia de empatía... la sumisión, la agresión involuntaria. Todo eso tiene su origen ahí mismo. En esas heridas....cuando hicieron lo mismo con él. Es un lamentable circulo vicioso. ¡Que tú, yo, y todos los que nos están leyendo, debemos empeñarnos en romper!


¿Cómo cortar esta espiral de violencia?

Informándonos.
El mero reconocimiento y aceptación de algo nos pone en un estado de consciencia sobre ese algo. Es el primer paso de cualquier trabajo terapéutico. Reconocer y aceptar el problema. ¿Golpearíamos a nuestra pareja, o a algún amigo por comportarse de una forma que no consideramos adecuada? Si una persona adulta de nuestro entorno se equivoca ¿Merecería maltrato de nuestra parte? ¿Sería digno de humillación pública? ¿De desprecio o de vejación solo por que no nos complace su actuación?
En la época en que la esclavitud humana era aceptada, muchos habrían respondido que sí. Pero hoy día, ya se abolió la esclavitud, por lo menos la social y públicamente aceptada. Además existen, afortunadamente, los derechos humanos... En los que están incluidos los niños, pues obviamente son humanos. Son seres completos, con derechos, y que merecen respeto.
Debemos empezar dando el ejemplo. No pegarle jamás a nuestros hijos. Informarnos. Existen muchísimas formas de educar a un niño con respeto. Y por supuesto sin violencia. También existen leyes que los protegen. Pero poco se habla de ello. Y muchas veces ni siquiera se sabe que las hay. ¿Sabían que la primera vez que defendió a una niña víctima del maltrato de sus padres en un tribunal...fue gracias a una Ley de "protección animal"? 


¿Qué opinión te merecen "La silla de Pensar o Time Out, el retiro de privilegios, como medios para poner limites, enseñar, educar y disciplinar?

La famosa silla de pensar, otro de los métodos, "anti-educación" recomendado por algunos "especialistas" y hasta por (aunque usted no lo crea) "educadores", ¡Que triste! Están tan respaldadas científicamente, que personalmente yo no entiendo como aún algunos "profesionales" de la enseñanza y de la salud se atreven a seguir recomendándolo como método educativo, correctivo y lo más absurdo: como forma de demostrar amor.
¡Si eso es amor, no quiero imaginar lo que sería entonces el desamor!
El mejor camino a tomar, si queremos tratar bien a nuestros niños es el de la comprensión y el respeto.
Los niños dan lo mismo que reciben. Si reciben amor, devuelven amor. Si reciben respeto, pues devuelven respeto. Pero ambos deben ir respaldados por una comunicación efectiva. La comunicación efectiva es aquella en que yo hablo, pero también escucho. Para hablar a los niños debemos, antes que nada, bajarnos de nuestro pedestal de figuras autoritarias, que no hacen más que dar órdenes, que no escuchan razones y que piden la obediencia con alegatos como: "Haz eso, por que te lo digo yo... y punto."



Con frecuencia se escucha, "le tuve que pegar (o castigar porque no me hacia caso, y ves, así aprendió. ¿En realidad el niño aprendió?

Claro que sí aprendió algo: 

1) Aprendió a que las cosas se arreglan con violencia, en vez de diálogo.
2) Aprendió la sumisión.
3) Aprendió a que quien te ama, te golpea. Por eso llegamos a adultos permitiendo que se nos maltrate físicamente o somos nosotros los maltratadores.
4) Aprendió que "es malo". Y por tanto se merece ser tratado como tal.
5) aprendió a no tener empatía.
6) Aprendió que no se merece nada bueno. Y por eso de adulto... sencillamente no se ama a sí mismo.


Por eso nos abarrotamos de cosas, de adicciones, de carencias. Por eso desconfiamos tanto. Por eso nos cuesta tanto "re-encontrarnos" y "re-construirnos" a nosotros mismos. El verdadero aprendizaje es un proceso constructivo. La violencia y el maltrato son destructivos.



¿Cómo podemos poner limites con autoridad sin caer en el autoritarismo?

La autoridad se gana, no se impone. Si se impone ya no es autoridad, si se impone se llama "autoritarismo". Los niños, especialmente los de hoy día, no saben responder a figuras autoritarias. Ellos desean cuestionar, indagar, preguntar... en vez de obedecer ciegamente. Saben que la obediencia ciega no es fuente de aprendizaje. Y ellos aman el aprendizaje, el verdadero aprendizaje, el constructivo.
Los niños respetan a quien les respeta. Si tú no los respetas, ellos jamás te van a respetar.
Puede ser que te teman. Pero temor no es respeto.
Para ser una verdadera autoridad debes, además de respetar, ser coherente antes que nada. El ejemplo no solo enseña, el ejemplo arrastra. Los niños siguen a los líderes, no a los tiranos. A los tiranos les temen, pero en lo que tengan la oportunidad y la fuerza, dejarán de temerles. No habrán aprendido nada. 
Pero de los líderes sí. Un líder hace lo que dice. Sus acciones pesan más que sus palabras. Es coherente, se respeta a sí mismo y respeta a los demás. Los niños querrán ser como él. Les dejará un verdadero legado. Toma en cuenta eso a la hora de abordar a tus hijos. Sé un líder, no un tirano.
Responde con paciencia y tolerancia.
Cuando tengas que enseñarles algo, dilo mirándolos a los ojos. Agachado, a su altura. No solo te prestarán atención.
Cuando te equivoques, reconócelo. Y ten la humildad de pedir disculpas si te equivocas. Te respetarán, y aprenderán de ti que el diálogo es la mejor forma de resolver las diferencias. Eso no te quitará autoridad, al contrario tu autoridad será total. 
Los líderes que reconocen sus fallas crecen, aprenden y enseñan a quienes los siguen. Eso también vale en la crianza. Jamás les mientas. No prometas lo que no estás seguro de cumplir. Eso destruye la verdadera autoridad y el liderazgo.
Cuando pierdas la paciencia, respira profundo y cuenta hasta diez... o hasta cien, si es necesario. Cuando regreses estarás calmado y te será más fácil abordar la situación con coherencia. 
Sana lo que tengas que sanar dentro de ti. Perdona a quien tengas que perdonar. Perdona a tus padres, ellos no lo hacían por mal. Estaban desinformados, eran las herramientas que conocían. Por eso es que hoy día muchos de ellos se vuelven "abuelos consentidores", muchas veces es su forma de disculparse. Aunque no siempre es la mejor. Pero, como te dije, son las herramientas que conocieron.
Jamás, jamás, jamás le peguen a sus hijos. No repitan el patrón de violencia que tiene tan enferma a nuestra sociedad. Vale la pena el cultivar la paciencia, la tolerancia y la armonía en nuestros hogares. Tendremos un entorno agradable, positivo y constructivo. Creo que no hay una mejor forma de construir ese mundo nuevo que tanto soñamos. Es la mejor herencia que podemos dejar: el respeto, la empatía y el amor: Bases seguras para un corazón alegre.

Papás, Mamás, trabajen también en cultivar, regar y alimentar su propia felicidad. Les quiero regalar una frase que me encanta, es de Alexander Sutherland Neill, fundador de la escuela no-directiva Summerhill y dice así: "Ningún padre feliz ha castigado a un niño. Ningún niño feliz ha requerido ser castigado" 


Y me atrevo a añadir que ningún niño, NINGUNO, debe ser castigado. JAMÁS!


Agradecemos a Elvis Canino por su franqueza y sencillez al mostrarnos que el amor es el faro, el hilo conductor de la crianza. Pueden leer sus artículos en su blog www.nomemaltrates.blogspot.com

En Felices Criando, resonamos completamente con los planteamientos del entrevistado. Para nosotros, es un supremo deber la autoexploración para relacionarnos de forma sana con nuestros hijos, y criar niños que se sientan amados por lo que son y no por lo que hacen o dejan de hacer.
Creemos que nuestras manos son para proteger y no para pegar, que nuestra voz es para cantar, arrullar y no para gritar.
Creemos que allí radica nuestro verdadero liderazgo y potencial como figuras paternas y maternas.



1 comentario:

  1. SIEMPRE ME ENCANTA LEER A MI GRAN MAESTRO ELVIS CANINO... GRACIAS POR ESE GRAN CORAZON Y CUIDAR EL ALMA DE LOS NIÑOS

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