lunes, 1 de septiembre de 2014

Iniciamos 1 semana, 1 mes y 1 reto. El reto de la Palabra.

Existen muchas formas de comunicarnos con nuestros hijos, una de ellas es con palabras. Las palabras tienen un poder indiscutible. Con ellas podemos crear maravillas y a su vez causar daño. En este día tan especial les proponemos este reto, el cual consiste en observarnos día a día por esta semana para ser conscientes de cómo usamos esta importante herramienta con nuestros pequeños.

La idea no es juzgarnos ni crearnos culpas. Por el contrario queremos animarnos a maximizar las potencias y minimizar las debilidades que podamos tener con respecto al uso de la palabra. Les invitamos a que comentemos nuestros descubrimientos, compartir experiencias nos ayuda mutuamente.

¡Feliz Noche!

¡Feliz Semana!

¡Feliz Mes!







2 comentarios:

  1. Esta semana realicé el reto de la palabra y quiero decirles que fue un verdadero reto.. tengo dos hijos, un adolescente de 14 y una nena de 3... Las palabras cariñosas son mis favoritas, se las digo a mis niños fácilmente, me encanta hablarles así. En las noches les doy besos y les digo: ¡Buenas noches! ¡dulces sueños!, ¡te amo! y más. Me di cuenta esta semana que cuando hay algo que no me gusta, me cuesta un montón expresarme de forma positiva. Ser consciente de ello, me ha puesto en la tarea de aprender y practicar nuevas formas de transmitir mis disgustos. Agradezco tanto tener estas oportunidades de auto-observación y crecimiento. Y sobre todo de poder compartir experiencias.

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  2. El reto ha sido para mí, fascinante y retador.

    Fascinante al ver el rostro de mi hija resplandecer cuando agachada mirándola a los ojos le digo: te amo, te acepto tal como eres, eres muy importante para mí. Fascinante porque en ese momento que yo llamo meditativo, lleno de un silencio que abre camino al mundo de los sueños, justo antes de entrar en él, siento su suspiro cuando le susurro al oído: Gracias por escogerme como tú mama, soy muy feliz de ser tu mami, te amo, dulces sueños. Fascinante porque para alentarla escogí una frase, que primero tuve que “aplicármela” a mí, pues al querer pronunciarla, se me hacía difícil “tu puedes, yo confío en ti”, esa última oración me mostró que esta mama, necesitaba confiar en ella misma, y luego de trabajar en eso, pude decírsela a mi hija en esos momentos donde ella intentaba algo nuevo, subir al tobogán, montar el triciclo, patear la pelota…y es fascinante escucharla diciendo la frase no solo para si misma cuando enfrenta un nuevo reto, si no, que también a su padre y a mí cuando nos anima a hacer algo nuevo!
    Retador, pues en esos momentos, en que ella expresa su rabia o frustración con toda su energía, y mi paciencia no anda en sus mejores niveles, he entendido que allí solo tiene poder el silencio, el darme un time out/in para procesar las emociones de rabia y frustración que también me rebosan o se despiertan en “solidaridad “ con las de ella y en consecuencia debo respirar y atender mi berrinche . Esto requiere de un gran esfuerzo y energía, porque la impulsividad quiere salirse con la suya. Creo que la coherencia es la clave para el poder de las palabras. No puedo calmar a mi hija si no estoy calmada, no puedo mostrar un manejo de mis emociones si no me ocupo de ellas. Así que en esta parte, me toca tomar mi tiempo para luego acompañar y comprender a mi hija en su proceso, para mostrarle que la amo, aun cuando el berrinche se atraviese, para abrazarla y decirle que comprendo su rabia, que es valida, y si nos “salimos de los cabales” reconocer nuestros actos, reflexionar sobre las consecuencias, preguntarnos como nos sentimos y promover un espacio de juego que permita encaminar con la risa lo que se ha removido en mi o en ella,

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